Diseños que permiten el paso de pequeños animales: reconectando paisajes a escala humana y animal

Опубликовано: 24 septiembre 2025

Cuando pensamos en infraestructuras que sirven a personas —carreteras, vías férreas, muros de contención, canales— a menudo olvidamos que esos elementos también fragmentan el hábitat de otros seres que comparten nuestro entorno. Los “diseños que permiten el paso de pequeños animales” son soluciones prácticas, ingeniosas y a menudo sencillas que restauran la conectividad en paisajes fragmentados, ofreciendo rutas seguras para anfibios, reptiles, pequeños mamíferos, aves terrestres e incluso insectos. Más allá de su valor ecológico, estos diseños fomentan la coexistencia, reducen impactos negativos como atropellos y contribuyen a la resiliencia de los ecosistemas frente a cambios ambientales.

En este artículo hablaremos de por qué son necesarios estos diseños, qué tipos existen, cómo se adaptan a distintas especies y entornos, ejemplos prácticos y recomendaciones para su implementación y mantenimiento. Lo haremos en tono conversacional, con explicaciones claras y muchas ideas aplicables para técnicos, gestores, comunidades locales y cualquier persona interesada en la conservación práctica. Prepárate para explorar pasarelas, túneles, cunetas amigables, pasos elevados, sistemas de guía y todo un abanico de soluciones pensadas para el paso de pequeños animales.

¿Por qué son importantes los diseños que permiten el paso de pequeños animales?

La fragmentación del hábitat es una de las grandes amenazas para la biodiversidad. Cuando una carretera o un cerco divide un bosque, lo que antes era un territorio continuo se convierte en parches aislados. Para especies de rango limitado o con necesidades especiales, eso puede significar incapacidad para encontrar pareja, recursos o refugio, y en última instancia, declive poblacional. Los diseños que permiten el paso de pequeños animales ayudan a restablecer corredores funcionales y facilitan movimientos cotidianos —migraciones estacionales, dispersión juvenil, búsqueda de alimento— esenciales para la persistencia de poblaciones a largo plazo.

Además, existen beneficios directos para las personas. Reducir el número de atropellos de fauna pequeña evita daños a conductores y reduce costes asociados a accidentes. Muchas especies que atraviesan infraestructuras también actúan como controladores de plagas, polinizadores o parte de cadenas tróficas que sostienen servicios ecosistémicos valiosos. Por tanto, invertir en soluciones que permitan el paso de pequeños animales es una inversión en seguridad, en naturaleza funcional y en calidad de vida local.

Conectividad funcional vs. conectividad física

No basta con abrir un hueco en una barrera y esperar que la fauna lo use. Debemos entender la diferencia entre conectividad física —la presencia de un paso— y conectividad funcional —el uso efectivo por parte de las especies objetivo. Para lograr conectividad funcional, los diseños deben considerar comportamiento de las especies, microhábitat en el interior del paso, condiciones de luz, humedad, ruido y la presencia de depredadores. Todo esto influye en si un anfibio, un erizo o una salamandra decidirán utilizar la vía diseñada para ellos.

También es importante pensar en la escala temporal: algunas soluciones necesitan tiempo para ser aceptadas por la fauna, otras requieren ajustes o mantenimiento para seguir siendo efectivas. La recopilación de datos y el monitoreo permiten adaptar intervenciones, mejorar diseños y justificar inversiones futuras.

Tipos de diseños que permiten el paso de pequeños animales

Existe una gran variedad de diseños, cada uno con ventajas y limitaciones según la especie, el contexto vial o hidrológico y el presupuesto. A continuación exploraremos los más habituales: pasos subterráneos (túneles y culverts), pasos elevados y verdes (puentes y pasos de fauna sobre la vía), modificaciones en cunetas y drenajes, cercas guía y estructuras híbridas. Para cada tipo describiremos qué especies suelen beneficiarse y qué factores conviene tener en cuenta en su diseño.

Túneles y pasos subterráneos (culverts adaptados)

Los túneles pequeños y los culverts adaptados son soluciones muy efectivas para anfibios, reptiles y pequeños mamíferos. Pueden ser de hormigón, acero, tubería corrugada o troncos huecos. Lo esencial no es solo el tamaño del tubo, sino el ambiente interno: presencia de sustrato natural, humedad relativa, oscuridad parcial y continuidad del hábitat en ambos extremos. Los túneles más largos requieren entradas amplias y pasos intermedios de luz o ventilación para evitar que animales se pierdan o que predadores los aprovechen.

Diseñar un buen túnel implica pensar en pendientes suaves, pasos de agua para especies acuáticas, y en algunos casos, pequeñas placas de tierra o vegetación en el interior para dar cobertura y evitar un efecto “pasillo descubierto”. También es habitual usar rejillas o trampillas de acceso para facilitar el monitoreo y limpieza.

Puentes verdes y pasos elevados

Los puentes verdes, o pasos elevados cubiertos de vegetación, recrean el hábitat sobre la infraestructura lineal. Son especialmente útiles en carreteras de alto tráfico donde un paso subterráneo no sería suficiente para especies que evitan espacios cerrados o con ruido intenso. Aunque su coste inicial suele ser mayor, su eficacia para ciertos mamíferos y aves terrestres es alta y su impacto estético puede ser positivo para comunidades locales.

Un puente verde bien diseñado incorpora suelo con capa vegetal, plantación de especies nativas, y protección lateral que reduce el efecto de borde. Para pequeños animales, las plataformas o ramplas laterales que conectan con cercos guía aseguran que los individuos lleguen a la estructura y la utilicen. En zonas frías o muy secas, la selección de plantas y el mantenimiento del sustrato son determinantes para su éxito.

Pasos de fauna a nivel y zonas de cruce de bajo perfil

En entornos rurales o caminos locales de baja velocidad, a veces soluciones sencillas como “pasos a nivel” pavimentados con materiales permeables o zonas de cruce señalizadas son suficientes. Se trata de lugares donde el tráfico es reducido y la vegetación y sustrato ofrecen refugio. Complementados con señalización y reductores de velocidad, pueden proteger tanto a la fauna como a los conductores.

Estas soluciones pueden incluir la restauración de vegetación adyacente y la eliminación de barreras como muros continuos. Son medidas de bajo coste y alta replicabilidad, útiles como parte de una red de conectividad más amplia.

Cunetas y sistemas de drenaje amigables

Las cunetas convencionales de hormigón o con pendientes pronunciadas son trampas para muchos animales. Diseños que permiten el paso de pequeños animales incluyen cunetas con zonas de refugio y pasos intermitentes, canales con pendientes suaves y plataformas de tierra a la altura del borde de la carretera. También se pueden instalar pequeños puentes o tableros que sirven como pasarelas para anfibios y reptiles cuando hay corrientes de agua.

En zonas húmedas, mantener una franja de vegetación junto a la cuneta y evitar la canalización excesiva del agua favorece corredores para anfibios y libélulas. El uso de escolleras vivas —plantadas con especies locales— puede estabilizar el talud y ofrecer microhábitats.

Cercas guías y sistemas de exclusión

Las cercas guías son un componente crítico en muchos proyectos: actúan canalizando el movimiento de animales hacia los pasos diseñados. Deben ser continuas, bien ancladas y con profundidad suficiente para evitar que animales perforen por debajo. Para pequeños mamíferos, anfibios y reptiles, la altura de la cerca y el material (malla fina, paneles sólidos) se ajustan según la capacidad de salto y excavación de la especie objetivo.

Además de guiar, las cercas pueden proteger entradas a túneles o puentes y reducir la mortalidad por atropello. Es importante que las cercas no creen nuevos efectos barrera: deben tener pasos específicos para especies volantinas o insectos según corresponda, y permitir el paso de drenaje de agua para evitar acumulaciones.

Factores clave en el diseño: dimensiones, microhábitat y comportamiento

Para que un diseño funcione, no basta con escoger un tipo: hay que afinar detalles. La dimensión del paso, la orientación, la luminosidad, la humedad, el sustrato, la vegetación, la eliminación de obstáculos y la distancia entre pasos son factores que determinan el éxito. También es imprescindible considerar el comportamiento de la especie: algunas evitan la luz, otras buscan el borde; unas son terrestres, otras semiacuáticas; algunas esquivan superficies lisas, otras no.

A continuación desglosamos aspectos prácticos a considerar y recomendaciones básicas que se aplican en la mayoría de los proyectos dirigidos al paso de pequeños animales.

Tamaño y forma del paso

El tamaño mínimo depende de la especie objetivo. Para anfibios pequeños, tubos de 20-30 cm de diámetro pueden ser suficientes. Para erizos o tejones en regiones donde aparecen, es necesario mayor diámetro o pasos bajos y anchos. En general, los pasos más amplios con perfil rectangular que permitan suelo natural y refugio lateral son más versátiles para distintos taxones.

La relación entre altura y anchura, la presencia de roca o suelo, y el largo del túnel influyen en la tasa de uso. Los túneles muy largos deben incluir elementos de ventilación y zonas con mayor luz natural para evitar que los animales se sientan atrapados. Las entradas deben estar bien integradas en el entorno, sin cambios bruscos de hábitat que desmotiven su uso.

Microclima: luz, humedad y temperatura

Muchos pequeños animales, especialmente anfibios y ciertos reptiles, son extremadamente sensibles al microclima. Un túnel demasiado seco o iluminado puede ser inhóspito. La inclusión de sustrato húmedo, pequeñas cámaras de humedad (pozas o tramos con suelo más profundo), y la protección frente al viento aumentan las probabilidades de uso. En climas cálidos, sombrear la entrada con vegetación o utilizar materiales que no retengan calor excesivo ayuda a mantener condiciones favorables.

Para especies acuáticas, garantizar continuidad hidrológica y calidad del agua en los pasos subacuáticos es imprescindible; aquí funcionan bien estructuras con lecho natural y paso de caudales adecuados que no se conviertan en obstáculos en períodos de sequía o crecida.

Predadores y seguridad

Si un paso facilita el acceso de depredadores que aprovechan la concentración de presas, su eficacia se reduce. Diseños con múltiples salidas, refugios en el interior y entradas protegidas reducen la presión depredadora. También es importante ubicar pasos en lugares con vegetación natural que ofrezca cobertura a la fauna que se traslada, y evitar estructuras que creen embudos en los que depredadores puedan acechar.

La seguridad humana va de la mano: evitar demoliciones bruscas, instalar señalización y mantener zonas de visibilidad para conductores mejora la convivencia entre fauna y usuarios de la infraestructura.

Materiales y técnicas constructivas apropiadas

Diseños que permiten el paso de pequeños animales.. Materiales y técnicas constructivas apropiadas

Los materiales usados deben ser duraderos pero también compatibles con el entorno. El hormigón y el acero son comunes por su resistencia, pero pueden necesitar modificaciones —texturas, revestimientos con sustrato— para que sean aceptables para fauna pequeña. El uso de madera tratada en estructuras complementarias, troncos huecos o elementos prefabricados ofrece soluciones de bajo coste y rápida instalación en proyectos de restauración.

En áreas sensibles, emplear materiales permeables que permitan drenaje natural, y técnicas de bioingeniería como gaviones vegetados o escolleras vivas, es recomendable. La inclusión de sustrato natural dentro de los pasos, grava, hojas y ramas, crea condiciones más naturales que incentivan el uso por parte de especies que dependen de estos recursos.

Mantenimiento y adaptabilidad

Un paso bien construido necesita mantenimiento: limpieza de sedimentos en culverts, poda controlada en puentes verdes, reparación de cercas y revisión de anclajes tras crecidas o nevadas. El diseño debe facilitar intervenciones sin causar mayores molestias: entradas accesibles con trampillas, paneles desmontables y puntos de vigilancia para cámaras y conteo manual.

La adaptabilidad significa diseñar pensando en posibles modificaciones: poder ampliar un tubo, agregar refugios, cambiar la vegetación plantada. Esto permite ajustar la infraestructura a los resultados del monitoreo y a cambios en las poblaciones objetivo.

Tabla comparativa: tipos de diseño, especies beneficiadas y pros/contras

Tipo de diseño Especies beneficiadas Ventajas Limitaciones
Túneles/cullverts adaptados Anfibios, reptiles, pequeños mamíferos Bajo coste, integración en drenajes, discretos Necesitan sustrato y humedad adecuados; largos pueden ser evitados
Puentes verdes (pasos elevados) Mamíferos medianos/pequeños, aves terrestres, algunos reptiles Alta eficacia para especies terrestres; recrea hábitat Coste y mantenimiento altos; requiere espacio longitudinal
Pasos a nivel y reductores de velocidad Fauna local de movilidad baja Bajo coste; útil en vías secundarias Limitado en carreteras de alto tráfico; depende de cumplimiento humano
Cunetas y drenajes amigables Anfibios, insectos acuáticos, pequeños mamíferos Mejora de hábitat continuo; coste moderado Requiere ajustes hidráulicos; mantenimiento regular
Cercas guías Guía a anfibios, reptiles y pequeños mamíferos Incrementa uso de pasos; reduce atropellos Debe ser continua y bien mantenida; puede actuar como barrera si mal diseñada

Recomendaciones prácticas paso a paso para implementar diseños que permiten el paso de pequeños animales

Si estás iniciando un proyecto, aquí tienes un flujo de trabajo práctico y propositivo que ayuda a maximizar resultados: evaluación inicial, diseño participativo, construcción adaptativa, monitoreo, mantenimiento y comunicación con la comunidad. Cada etapa incluye decisiones clave que conviene documentar y justificar frente a autoridades y financiadores.

1. Evaluación y diagnóstico

Realiza inventarios de fauna, identifica puntos calientes de mortalidad (atropellos, pérdidas de hábitat) y mapea corredores potenciales. Involucra a expertos en ecología local y a la comunidad para recopilar conocimientos tradicionales sobre movimientos de especies. Este diagnóstico guía la selección del tipo de paso y su ubicación exacta.

2. Diseño participativo

Involucra a ingenieros, biólogos, responsables de vialidad y a la comunidad. Diseña prototipos y, si es posible, instala proyectos piloto en lugares representativos para evaluar la aceptación por la fauna antes de escalar. Documenta decisiones técnicas: dimensiones, materiales, puntos de anclaje de cercas y estrategias de revegetación.

3. Construcción y acondicionamiento

Durante la obra supervisa la correcta implementación de detalles como sustrato en túneles, plantación de cobertura en entradas y la correcta instalación de cercas guía. Minimiza impactos colaterales con prácticas de construcción sostenible y evita barrer residuos hacia hábitats sensibles.

4. Monitoreo y evaluación

Instala cámaras, sensores y registra observaciones de campo para evaluar uso, mortalidad residual y detección de efectos no deseados. El monitoreo debe ser suficiente en duración y cubrimiento para aprender patrones estacionales. Ajusta diseños con base en evidencia: añadir rompientes, cambiar vegetación, modificar altura de cercas.

5. Mantenimiento y comunicación

Establece un plan de mantenimiento con responsables claros y presupuesto. Comunica resultados a la comunidad y a las autoridades, usando datos para promover replicación y para educar sobre la importancia de reducir la velocidad o respetar zonas protegidas. La participación ciudadana en el monitoreo puede ser una herramienta poderosa para reducir costes y aumentar aceptación social.

Checklist de elementos esenciales en un proyecto

  • Diagnóstico de especies objetivo y puntos de conflicto.
  • Selección del tipo de paso adecuada al comportamiento y tamaño de especies.
  • Diseño del microhábitat interno (sustrato, humedad, refugios).
  • Cercas guías adecuadas y continuidad con el paisaje.
  • Materiales compatibles con el entorno y fáciles de mantener.
  • Plan de monitoreo con indicadores claros (uso, mortalidad, éxito reproductivo cercano).
  • Plan de mantenimiento comprometido con responsables y recursos.
  • Comunicación y participación de la comunidad local.

Casos de éxito y aprendizajes prácticos

Hay muchos proyectos alrededor del mundo que demuestran la eficacia de estas soluciones. En Europa y Norteamérica, túneles para anfibios combinados con cercas guías redujeron mortalidad drásticamente y aumentaron la conectividad local. En regiones mediterráneas, puentes verdes con vegetación autóctona facilitaron el paso de zorros, conejos y perdices, además de perros sin correa que ahora pueden circular por corredores no viales. En zonas tropicales, la adaptación de culverts para incluir lechos naturales permitió el paso de nutrias y pequeños roedores sin obstruir el flujo de agua.

Un aprendizaje común es que no existe una solución mágica: el éxito requiere ajustar diseños a condiciones locales y realizar seguimiento. Proyectos que integran a la comunidad local en la vigilancia suelen mostrar mejores resultados y mayor cuidado en el mantenimiento. También es habitual que soluciones sencillas, bien ubicadas, resulten más coste-efectivas que infraestructuras mayores sin respaldo técnico.

Ejemplo práctico: corredor para anfibios en vía rural

Imagina una carretera rural con alta mortalidad de ranas en temporada de migración. La solución combinó cercas guías de 40 cm de altura (con 15 cm enterrados para evitar excavaciones), múltiples túneles de 30 cm de diámetro enterrados a intervalos de 50 m, y pequeñas “cajas de captura” para monitoreo. Se rellenó el interior de los túneles con grava y materia orgánica para mantener humedad. Tras dos temporadas, el uso se duplicó y las observaciones de mortalidad en la zona descendieron notablemente. El proyecto fue financiado por un programa local de conservación con apoyo de voluntarios para monitoreo estacional.

Integración en políticas públicas y planificación urbana

Incorporar estas soluciones desde la planificación reduce costes futuros y mejora la resiliencia urbana. Los códigos de vía y las normas de impacto ambiental deberían exigir evaluaciones de conectividad y medidas para pequeños animales. Incentivos como bonificaciones en proyectos de obra pública que incluyen pasos de fauna o financiamientos especiales pueden acelerar la adopción de buenas prácticas.

También es relevante capacitar a personal de vialidad y empresas constructoras en técnicas de diseño amigables con la fauna, de modo que estas prácticas se repitan de forma estándar. La colaboración entre administraciones locales, ONGs y universidades facilita la transferencia de conocimiento y la optimización de soluciones locales.

Financiamiento y recursos

Los proyectos pueden financiarse mediante presupuestos municipales, fondos de conservación, programas de responsabilidad corporativa y crowdfunding local. La relación coste-beneficio, al considerar reducción de atropellos y la preservación de servicios ecosistémicos, suele ser favorable. Además, la modularidad de muchas soluciones permite escalarlas según disponibilidad de recursos.

Perspectiva hacia el futuro: clima, urbanización y nuevas tecnologías

El cambio climático y la expansión urbana hacen más urgente diseñar infraestructuras que consideren movimientos de especies en respuesta a cambios en temperatura y lluvia. Pasos bien ubicados y mantenidos actúan como corredores que facilitan desplazamientos hacia hábitats más favorables. Por otro lado, nuevas tecnologías —sensores remotos, cámaras térmicas, modelos de conectividad— permiten diseñar y monitorizar con mayor precisión, optimizando inversión y resultados.

La integración de datos de ciudadanos (citizen science) y el uso de inteligencia artificial para procesar imágenes y detectar especies facilitan el monitoreo continuo y económico. Esto permite transformar proyectos puntuales en redes de conectividad adaptativas que respondan a cambios ecológicos y de uso del suelo.

Consejos finales para diseñadores y gestores

No subestimes la importancia de la fase de diagnóstico: observar y escuchar al entorno antes de construir ahorra recursos y aumenta oportunidades de éxito. Diseña pensando en múltiples especies y en la variabilidad estacional. Prioriza soluciones que repliquen condiciones naturales en el interior del paso y que sean fáciles de mantener. Y sobre todo, involucra a la comunidad: el conocimiento local, la vigilancia ciudadana y la aceptación social son claves para la sostenibilidad del proyecto.

Recursos y normativas orientativas

Existen guías técnicas, manuales de mitigación de impacto vial y normativas públicas en muchos países que orientan sobre dimensiones mínimas, materiales y procedimientos de evaluación. Consultar normativa nacional y guías de organismos de conservación facilita la alineación de proyectos con requerimientos legales y con estándares de práctica recomendada. También conviene revisar literatura científica para entender la respuesta específica de las especies locales a distintos tipos de pasos.

Conclusión

Diseños que permiten el paso de pequeños animales son herramientas prácticas, diversas y asequibles para recuperar conectividad y reducir impactos negativos de la infraestructura humana. Desde túneles adaptados y cunetas amigables hasta puentes verdes y cercas guías, cada solución tiene ventajas y limitaciones que deben ser evaluadas en relación con las especies objetivo y el contexto local; la clave es diseñar con criterios de microhábitat, comportamiento animal y mantenimiento a largo plazo, integrando a comunidades y gestores públicos en procesos participativos y de monitoreo para que las medidas sean efectivas y sostenibles. Con planificación cuidadosa, vigilancia y voluntad política, es posible reconectar paisajes y garantizar que incluso los animales más pequeños puedan sobrevivir y prosperar en un mundo cada vez más alterado por nuestras obras.